Para la ciencia actual y sus limitaciones, la mente es una función del cerebro. Vamos a profundizar la idea: la ciencia niega la existencia de la espiritualidad. Y por ello, al no existir el espíritu, cualquier manifestación de éste, deberá originarse para la ciencia, sí o sí, en un ente físico. En este caso, el cerebro. Y la realidad no sólo es distinta, sino que es absolutamente al revés de lo dicho…! Vamos a explicarlo con un ejemplo: La mente (espíritu, cuerpo espiritual o conciencia, son sinónimos), es preexistente al cuerpo físico y por lo tanto al cerebro. Y la mente utiliza al cerebro, del mismo en que un jinete utiliza a su caballo. Pero el jinete no es el caballo…! Sólo lo utiliza para moverse en el plano físico, y puede desecharlo cuando quiera. O cambiarlo por otro caballo, y ese es el concepto de reencarnación. Para la ciencia, el tema se complica cuando se enfrenta a hechos que avalan la existencia de una mente exterior al cerebro, y que son irrefutables. Personas que han perdido parte de su cerebro (hasta un hemisferio cerebral completo, o sea medio cerebro), pero ninguna de sus facultades mentales. O pacientes que tenían el cerebro clínicamente muerto, pero aun así veían, oían y sentían. La ciencia afirma que la mente es entonces una función del cerebro, y la realidad es exactamente la inversa: el cerebro es utilizado por la mente para manifestarse en el plano físico. Esto puede ser verificado por casos como el que citamos antes, en el que una persona pierde parte de su cerebro, pero no pierde ninguna de sus facultades mentales. Las mentes de esas personas aprenden a valerse de otras partes del cerebro para continuar manifestándose. Vamos a explicarlo con un ejemplo: Cuando un diestro pierde su mano derecha, puede aprender a escribir con la izquierda. La mente de ese diestro suplió la mano derecha faltante, con la mano izquierda. Exactamente igual que puede suplir la falta de parte del cerebro. Un caso que representa esto, es el de Ahad Israfil, un niño víctima de un tiroteo en el que perdió su hemisferio cerebral izquierdo completo, pero ninguna de sus funciones mentales. El estupor de los médicos frente a este tipo de casos es total. Solo atinan a decir que no tienen explicación científica alguna. La evidencia está ahí y es innegable, pero la obtusa percepción de ella, les impide replantearse sus erróneos preconceptos.

"Una sola consulta va a significar para ti un

antes y un después en tu calidad de vida"

Ricardo Carrera